El Regalo del Presente

Muchas veces, nos perdemos en la rutina de la vida, creyendo que nuestra felicidad se encuentra en un futuro lejano. Recuerdo que una vez, una psicóloga me dijo:

"Edwin, ¿y si dejas de pensar que todo está en el mañana? ¿Qué pasaría si hicieras una pausa y te permitieras estar presente, aquí y ahora?"

Esa simple pregunta cambió mi vida.

Vivimos en un mundo donde estamos constantemente en "modo automático", dejando que el tiempo pase sin apreciar la belleza de cada momento. Nos quejamos de lo que hemos perdido, y, sin darnos cuenta, dejamos que las experiencias se deslicen entre nuestros dedos como arena. He vivido esto no una, sino miles de veces. He perdido oportunidades de ser feliz por estar atrapado en el "más tarde", y sé que no soy el único.

El pasado ha quedado atrás, y el futuro es incierto. No sabemos qué nos deparará la vida, pero el presente, ese instante que tenemos entre las manos, es el regalo más precioso que se nos ha otorgado. Es lo único que realmente poseemos. ¿Te has detenido a pensar en esto? Puede que mañana no estemos aquí, o que las personas que amamos se despidan sin previo aviso. ¿Cuántas veces has deseado haber dado más, haber amado más intensamente, solo para darte cuenta de que el tiempo se te escapó?

No hay nada más doloroso que llegar a ese lugar que siempre quisiste visitar y no disfrutarlo, que anhelar el amor de tu vida solo para dejarlo ir, o tener a tus seres queridos cerca y pensar que siempre estarán contigo, hasta que un día, de repente, ya no están. El arrepentimiento pesa más que cualquier otro sentimiento. A veces, nos olvidamos de disfrutar el proceso, de saborear nuestro café por la mañana, de sentir el sol en nuestra piel, de apreciar la belleza que nos rodea.

¿Qué pasaría si tomáramos ese primer paso hacia la felicidad? Si comenzáramos a disfrutar de cada pequeño momento: de una conversación con un amigo, del aroma de un buen plato, de la risa de un niño. La vida no se trata solo de alcanzar metas; se trata de vivir plenamente cada día, de reír como si no hubiera un mañana, de amar con toda nuestra fuerza.

Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre tu vida. Si estás esperando un futuro brillante para ser feliz, te digo esto

No hay un mañana garantizado.

La felicidad no está en el destino, sino en el viaje. Abraza a tus seres queridos como si fuera la última vez, dile a la persona que amas cuánto la aprecias, y agradece por cada experiencia, incluso las difíciles. Porque esas luchas son las que te han forjado.

Si hoy me preguntas, "¿Edwin, estás donde realmente quieres estar?", te diría que no. Mis sueños son grandes y aún estoy en camino. Pero en este proceso, he aprendido a disfrutar el presente. La vida es un viaje, y mientras espero que todas mis bendiciones se alineen, elijo disfrutar cada momento.

En cada rincón de este mundo hay algo por lo que agradecer. La vida no es solo lo que tienes; es cómo eliges ver lo que tienes. Si no eres feliz con lo que hay ahora, nunca lo serás, sin importar a dónde vayas o qué logres. Eres responsable de tu propia felicidad.

A los que se fueron, les agradezco por haber cumplido su ciclo en mi vida. No los necesito en mi viaje, porque soy suficiente. La vida me proporcionará las herramientas que necesito para seguir adelante. Así que, ¿por qué seguir esperando? La vida es demasiado corta para no ser feliz.

Aquí tienes un mensaje que podría cambiar tu vida:

Ten amor propio.

No puedes esperar que los demás te amen si no te amas a ti mismo primero. Valora cada instante, cada rayo de sol, cada abrazo, porque pueden ser los últimos que recibas. La vida está ocurriendo ahora, y este momento nunca volverá.

No dejes que pase el tiempo sin reconocer lo que tienes. Porque mañana, tal vez ya no esté. Tu felicidad comienza hoy. Así que vive, disfruta, y sé feliz.

Escrito por: Edwin Barreto

Instagram: @inge.edwin.barreto